Tiny Finger Point Hand With Heart Había una vez...: Capítulo 3

martes, 7 de febrero de 2012

Capítulo 3


Había sido un día largo y al fin era hora de dormir.

- Amy, me preocupas... Desde que volvimos que andas como distraída, como si no fueras tú... ¡¿Qué le pasó a mi Amy?! -Hunter recalcaba la palabra "mi" sobre todo.
- No sé... Sólo recuerdos el pasado...
- Pues al parecer el pasado te está absorbiendo. Por favor vuelve, te extraño.
- Es que...
- Por favor.
- Prefiero vivir en el pasado, todo era más lindo.
- Ok... No quería entregarte esto ahora, hubiera preferido llegar a casa pero los hechos lo ameritan -Fue a buscar algo de su chaqueta- Amy, te amo demasiado y quiero pasar el resto de mi vida junto a ti.
- Yo... -Ni un solo músculo de mi rostro se movió- No sé.
- Ok -El chico agachó la cabeza y volvió a acostarse junto a mí.

- ¿Entonces es un adiós?
- Sí... -Ambos estábamos cabizbajos.
- Te extrañaré.
- No hagas esto más doloroso por favor.
- Te amo -Hunter se estaba aguantando las lágrimas, lo sabía. Tomó su maleta y se marchó sin mirar atrás.

- ¡Buenos días! ¿Desayuno?
- ¿Ah? -Mi chico estaba de pie frente a la cama con una bandeja- ¡¿Cómo te atreves a despertarme?!
- Loca -Nos reímos.

Comimos juntos y luego me fui a bañar. Hoy sería el día de la sepultura, sería un adiós definitivo al cuerpo de mi madre pero ella jamás moriría para mí, siempre estará viva en mi memoria.

- ¿Preparada?
- Sí -Pasé adelante para dar el discurso de despedida a mi madre en su funeral. Todos me veías- Buenos días. Primero deseo agradecerles por estar acá. Yo sé que muchos me conocen pero no puedo decir lo mismo -Me aclaré la garganta y entré de lleno a lo que sería mi discurso - Helena era alguien singular. Ustedes la conocieron como vecina, amiga, conocida, esposa, tía, prima, hermana, etc. Para mí siempre fue mi madre, claro, no es novedad. Cuando niña nunca sentí que fuera mi ejemplo a seguir porque lo único bueno que logró y nos enorgulleció fue algo que es muy difícil de seguir. Cambiar. No todos somos capaces de salir de nuestros moldes y de nuestras raíces familiares, pero ella lo logró y por eso siempre será para mí una heroína. Yo sé que para ella fue difícil y por lograr lo imposible no estuvo conmigo cuando era pequeña pero sí lo estuvo cuando más la necesité. No creo que en este caso sea bueno que siga hablando sobre su vida ya que cada uno tiene una visión distinta de su vida. Sólo les diré que ella no muere aquí, muere cuando uno la olvida. No permitamos que muera... No aún...

Mucha gente se emocionó después de mi discurso, yo sólo volví a mi asiento y Hunter me abrazó fuertemente.

- Muy lindas palabras las de hoy.
- Gracias, se las merecía.
- No lo dudo. Sea donde sea que esté tu madre, debe de estar muy orgullosa de ti.
- Siempre estuvo orgullosa de mí. Fui su única hija y nunca fui mala chica.
- Tienes razón. Yo también estoy orgulloso de ti.
- Lo mismo.
- ¿Qué será de mí ahora? -Exclamó mi padre en un suspiro.
- Tranquilo, todo estará bien.
- Y ni siquiera te tengo a ti.
- ¿Ah?
- No tendré a nadie a mi lado, estaré solo.
- Podríamos juntar dinero y comprar una casita para ti.
- No lo sé... He vivido aquí desde que tú tenías 3 años.
- Pero te vas a quedar solo.
- No lo sé... Tendré que pensarlo.
- Ok.
- ¿Se van mañana?
- En la mañana.
- Entiendo, tienen trabajo.
- Ósea... Quien tiene un trabajo normal soy yo.
- Cierto.
- Que duermas bien.
- Tú también.

Estaba a punto de quedarme dormida. Ya no habrá más pasado, sólo presente. Hunter llegó a acostarse junto a mí cuando ya recién dormía y eso me despertó.

- Lo siento linda.
- No te preocupes ¿Por qué te vienes a acostar a está hora?
- No es muy tarde.
- ¿Qué hora es?
- Las 11.
- ¿Y qué tanto hacías?
- Pensaba.
- ¿Se puede saber en qué?
- Sí... Me pregunto qué fue lo que pasó. Las cosas ya no son como antes... ¿Has ido a ver a Mary?
- Sí.
- Entonces tú ya eras conciente de que las cosas eran distintas.
- Cuando dices eso es como si también fuera tu culpa.
- No creo justo atribuirte todo el mérito.
- Te prometo que las cosas serán como antes.
- ¿Segura?
- Segura.
- ¿Te casaras conmigo?
- Yo creo que sí.
- ¡¿En serio?! -Pareciera que mi novio estallaría en felicidad... Ya me lo imaginaba bailando el baile de la victoria. La sola idea me hizo sonreír.
- Sí.
- Ok, ahora a dormir. Mañana podremos planear nuestro futuro.

Yo obedecí pero sabía que Hunter no dormiría en toda la noche.

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