Ahí estaba ella. Con su hermosa figura que pareciera danzar al caminar. Tan hermosa, tan perfecta, tan... lejana... Lejana e indiferente. Ahora que somos más amigos me duele todavía más verla junto a Andy... Es como sentir mi corazón destrozarse lenta y dolorosamente. Y ahí estaba ahora, besando a su novio mientras yo intentaba enseñarle a tocar guitarra a Alex...
- Creo que es suficiente por hoy...
- No, ¿por qué?
- Te ves mal... Estas más pálido y en serio luces enfermo.
- Me siento bien, no te preocupes hijo -Alice y Andy se volvieron para verme y eso fue como si me cayera un balde de agua helada, lo que me produjo escalofríos.
- Vete a casa. Si te encuentras mejor mañana, ven. Ahora, adiós.
- Que te digo que estoy bien.
- Patrick, no luces bien -La chica se acerca a mí y pone su mano en mi frente. Yo sólo me limité a mirarla- ¡Dios! ¡Estás ardiendo en fiebre! Te vas de inmediato y descansas.
- No exageren, no me siento tan mal.
- Mírate al espejo y te darás cuenta de que no mentimos -Entrega su espejo de mano.
Realmente no mentían. Estaba muy pálido, tenía unas horrendas ojeras y estaba empapado en sudor, a pesar de que en realidad sentía mucho frío. No seguí insistiendo, me fui a mi casa y me acosté.
Estuve toda una semana en cama sin saber que tenía pero algo lo tenía claro, cada día que pasaba me sentía peor. Como no tenía quien me cuidara, Pete iba a ver como seguía de vez en cuando y aprovechaba para dejarme algo para comer. El tiempo que estaba solo ni comía. Un día Alice y Alex fueron a visitarme.
- ¿Así que no sabes que tienes?
- No.
- Deberías ir a ver a un médico.
- ¿Cómo? Apenas puedo levantarme para ir al baño.
- Si quieres pedimos una hora y yo te llevo. O mejor aún, pedimos una consulta a domicilio.
- No lo sé... Puede ser que no necesite de ningún médico.
- ¡Qué terco eres! Llamaré al doctor que siempre nos ve a mí y a Davey para que venga.
¿Por qué se preocupaba tanto por mí? No tenía ganas ni siquiera para pensar más. Cerré mis ojos y me puse a dormir.
- Despierta Patrick, el médico ya llegó -Abrí mis ojos y vi a un señor canoso con bata blanca entrando a mi habitación.
- Señor Stump, soy el Doctor Holmes.
- Hola...
- Dígame señor, ¿cuáles son los síntomas? -Me puso un termómetro.
- Sólo sé que me siento mal...
- Doctor, está así desde el jueves. Estaba pálido, con ojeras y con una fiebre muy alta.
- ¿Sentía frío? -Simplemente asentí.
- ¿Come bien?
- Sólo lo que me da Pete.
- ¿Y su amigo viene todos los días?
- No sé.
- ¿Tiene hambre ahora?
- No.
- ¿Hace cuánto que vino su amigo?
- Por lo menos hoy no ha venido -Respondió Alice notoriamente preocupada.
- Así que hoy no ha comido. Abra la boca y saque la lengua -Obedecí- Deshidratado... ¿Ese día jueves comió bien?
- Sí.
- ¿Qué comió?
- Un sándwich.
- ¿Desayuno?
- Una taza de té y un par de galletas.
- El día anterior.
- El mismo desayuno, de almuerzo un pollo cocido y un poco de arroz, luego a la once lo mismo del desayuno y a la cena un sándwich.
- ¿Está usted en alguna dieta?
- Sí.
- ¿Tratamiento de alguna cosa?
- Sólo una dieta especial para evitar mucho colesterol.
- ¿Problemas con el corazón?
- Sí.
- ¿Alguien le controla esa dieta?
- Fue la que me dio el médico cuando fui de urgencias.
- ¿Infarto?
- Principios de infarto.
- ¿Hace cuánto fue eso?
- Como en junio.
- ¿Y no se ha ido a controlar?
- No...
- Ok... ¿Ha tomado algún medicamento? ¿Algo?
- ... Yo... -Miré a Alice.
- Alex, salgamos un momento -Madre e hijo salieron de la habitación.
- ¿Y bien?
- El día anterior me había tomado unos antidepresivos que tenía guardados...
- ¿Intento de suicidio?
- No... Sólo estaba triste.
- ¿Y cuántas pastillas se tomó?
- Dos.
- ¿Junto con la comida?
- No...
- ¿Ha vuelto a tomar de esas pastillas?
- Ese jueves... Y el sábado.
- ¿Y no ha comido adecuadamente?
- No.
- Eso es lo que lo tiene así. Primero, va a dejar de tomar esas pastillas mientras este comiendo tan mal. Segundo, tiene que comer con más abundancia. Un sándwich no es un almuerzo. Le dejaré una dieta espacial por semana hasta que ya pueda comer normal, entendiéndose normal para su condición. Ya verá que pronto se sentirá mejor.
- Ok, gracias doctor -Cerré mis ojos, sólo quería descansar.
El médico salió de mi habitación y le dio a Alice las mismas instrucciones que a mí, sólo que con una diferencia.
- ... Sería bueno que lo cuides por un tiempo.
- No hay problema con eso pero ¿qué tiene?
- Sólo tomó un medicamento muy fuerte.
- ¿Medicamento? ¿Cuál medicamento?
- Eso será mejor que se lo cuente él. Escribiré la dieta de inmediato y le voy a diagnosticar unas sales hidratantes para un par de días. Le recomiendo que compre las con sabor a naranja porque las de limón son asquerosas y la idea es que se las tome.
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